Cómo renunciar a un trabajo con estilo
Saber cómo renunciar a un trabajo te ayudará a mantener una buena reputación dentro de tu sector laboral. La forma en que dejes tu empleo incidirá sobre tu carrera profesional, y debes procurar que sea para bien.
Renunciar casi siempre es una tarea estresante. Ya sea que te hayan ofrecido un puesto mejor, un salario más alto; te veas forzado por tu salud o la de un familiar, o simplemente porque no estás satisfecho y quieres buscar nuevas oportunidades.
El solo hecho de pensar en cómo renunciar a un trabajo provoca emociones que pueden dificultar tu decisión sobre cuál es la mejor manera de contárselo a tu jefe y cómo entregar tu carta.
Si has reflexionado lo suficiente, y tu decisión ya está tomada, lo primero que necesitas es elaborar un plan para asegurarte de salir de manera profesional, dejando una buena impresión.
Eso incluye agradecer a la empresa por haber confiado en ti y que —cuando sea posible— te asegures de dejar una “puerta abierta”, es decir, la posibilidad de regresar en el futuro. Como mínimo recuerda que vas a necesitar una recomendación o una referencia laboral.
Cómo renunciar a un trabajo en 4 pasos
Con tu decisión de dejar tu empleo tomada, es importante que conozcas el proceso adecuado de cómo renunciar a un trabajo. Esto significa que tengas claras las implicaciones legales y, sobre todo, los pasos que debes seguir para renunciar de manera profesional.
1. Revisa tu contrato y las leyes laborales
Toma el tiempo necesario para revisar en tu contrato toda la información sobre políticas de dimisión de la empresa. Verifica las cláusulas que explican tus obligaciones y requisitos para presentar tu renuncia sin perder tus derechos y pagos finales.
Deberías encontrar el período de preaviso que debes respetar antes de dejar el trabajo a partir del día en que presentas tu renuncia. También indicaciones técnicas como tus obligaciones relacionadas con accesos a las instalaciones, a sistemas informáticos; la devolución de equipo o vehículos asignados para tu trabajo, y otros detalles similares.
También debes revisar la legislación laboral para que entiendas las políticas de pagos finales y los derechos que tienes tras tu renuncia. Entre ellos: el estatus de tu seguro de salud, de tu pensión, certificados de tiempo laborado, y otros documentos previstos según la ley de cada país. Por último, verifica si estás sujeto a acuerdos de no competencia o de confidencialidad, y evalúa tus opciones si es así.
2. Habla primero con tu jefe
Aunque siempre es difícil, notificar a tu jefe sobre tus intenciones de renunciar al trabajo con suficiente antelación, de manera educada y positiva, hará el proceso mucho más sencillo.
Cuando pienses en cómo renunciar a un trabajo, la prioridad es que tu jefe sea el primero en saberlo y por ningún motivo debe escucharlo de terceras personas. No debes perder de vista que tu reputación laboral es tu mayor activo: pregúntate cómo quieres que te recuerde y hable de ti.
Si es posible, procura plantear la renuncia en persona. Si no es posible hacerlo en persona, coordina una video llamada, o mínimo una llamada telefónica. Notificar tu renuncia en un correo electrónico es otra opción que ya es aceptada por algunas empresas. Lo mejor es que te informes al respecto.
Asegúrate de saber que vas a decir antes de acercarte a tu jefe. Aún si te vas en buenos términos, es probable que la conversación sea complicada, y no querrás trabarte en tus explicaciones.
Debes ser firme en tu decisión y estar preparado para cualquier pregunta y objeción que tu jefe pueda tener. Prepárate para responder a una contraoferta, si tu jefe te pide que reconsideres tu decisión.
Incluso prepárate por si la reunión se torna emocional. Si ya has tomado una decisión, no permitas que te influencien comentarios como “aquí tienes un trabajo estable” o “¿estás seguro de que el cambio es lo mejor para ti?”
3. Presenta tu renuncia formalmente
Aunque ya hayas informado a tu jefe sobre tu renuncia, debes presentarla por escrito también. Algunas empresas no exigen una carta, pero el proceso de cómo renunciar a un trabajo debe hacerse con toda la formalidad necesaria para evitar malentendidos, y para que tengas un documento que sirva como respaldo legal.
La carta de renuncia evita confusiones sobre la fecha en que diste a conocer la noticia y la fecha de tu último día de trabajo. Muchas compañías incluyen una copia de tu carta en tu expediente de Recursos Humanos, por lo que debes asegurarte de hacerla bien.
Aunque el formato es libre, la carta de renuncia debe ser breve e incluir como mínimo:
- Motivos de tu renuncia. No es necesario profundizar en detalles, pero no digas únicamente “renuncio”. Una opción aceptable es decir que “aceptaste una oportunidad de crecimiento inmejorable”. Si te sientes infravalorado y sin motivación en tu trabajo, puede resultar difícil dar una explicación exacta de tu renuncia. En tal caso, puedes alegar “razones personales”. Si te vas porque tu empleo te causó algún problema o frustración, evita los detalles y sobre todo la negatividad.
- Fecha del último día de trabajo. La legislación de cada país tiene un tiempo estándar de preaviso, pero lo usual es que sea de al menos dos semanas. Algunas compañías podrían pedirte que recojas tus pertenencias y te marches de una vez. Otras te solicitarán que termines cualquier tarea o proyecto que tengas pendiente, por lo que el plazo podría cambiar.
- Agradecimiento. No es obligatorio, pero te recomendamos que lo escribas porque —sin importar la experiencia que hayas tenido— es bueno dar las gracias a la empresa que te empleó durante un tiempo de tu vida.
4. Tu último día
Puedes empezar a recoger tus cosas y objetos personales con anticipación para no interferir con el trabajo de tus compañeros en tu último día. Actualiza tu correo de voz y correo electrónico para notificar a quién deben contactar tras tu partida.
Asegúrate de limpiar tu computadora y eliminar cualquier archivo o documento personal. Puedes hacer copia de los contactos que puedas necesitar sin infringir las cláusulas de confidencialidad de tu contrato o las políticas de seguridad informática.
Asegúrate de hacer lo que esté a tu alcance para facilitar la llegada de quien te reemplace. Sin importar los motivos de tu renuncia, sé profesional hasta tu último día de trabajo.
Procura una salida elegante y despídete de forma cortés de superiores y compañeros.
Consejos sobre cómo renunciar a un trabajo
Una vez que hayas hecho oficial tu renuncia, continúa dando tu mejor esfuerzo. Es importante dejar una buena impresión como trabajador de forma que tus superiores y compañeros hablen bien de tu trabajo. Con esto podrías dejar incluso una puerta abierta, en caso de que la necesites en algún momento.
Estas son algunas recomendaciones para que salgas de tu empleo de forma profesional:
Prepárate para una contraoferta
No aceptes una contraoferta. Si ya decidiste que renunciar al trabajo es la mejor opción para ti, no debes ceder ante el escenario de que te ofrezcan cambios o mejores condiciones... que no te habían ofrecido antes.
Un alto porcentaje de empleados que aceptaron una contraoferta se arrepintieron en los siguientes seis meses, según estudios recientes. Dar marcha atrás en tu renuncia hará que tus compañeros y superiores te perciban como inestable. Tu intento de renuncia puede considerarse una falta de lealtad a la empresa, y podría afectar tu crecimiento interno.
Malas reacciones
Prepárate por si ocurre una reacción negativa, incluso de enfado. No a todos les va a caer bien la noticia de que decidiste renunciar, tu jefe puede decepcionarse o hasta enojarse. En estos casos debes ser lo más profesional posible, mantener la cabeza fría y tener tus prioridades claras.
No lo tomes personal, pero definitivamente no te dejes intimidar. En lo posible, procura dejar las cosas bien para que puedas contar con referencias laborales.
No quemes puentes
La actitud con la que dejes tu puesto de trabajo es importantísima. Procura hacerlo con antelación para que la empresa tenga tiempo de buscar a tu reemplazo y evitar que tu renuncia genere problemas. Intenta que tus compañeros y superiores te recuerden de manera positiva, mantén un trato cordial y productivo durante el tiempo que te quede.
Nunca se sabe si volverás a encontrarte con ellos en el futuro. Salir de buena manera te abre oportunidades de networking y de recomendaciones para tu futuro.
Actitud constructiva
Aún si decidiste renunciar para alejarte de un ambiente laboral tóxico, evita la tentación de “desahogarte” con compañeros, o en tus redes sociales. Por ningún motivo debes hablar negativamente del trabajo que dejaste o vas a dejar.
Incluso después de haber dado el aviso y entregado tu carta, abstente de hacer comentarios negativos acerca de la empresa, de tus jefes o de tu trabajo.
Considera a los demás
No reiteres constantemente a tus compañeros de trabajo lo “feliz que estás por finalmente irte de ese lugar.” Ni de recordarles que te vas hacia un puesto mejor, un salario más alto, o una compañía más reconocida. Respeta el hecho de que ellos continuarán allí.
Aún cuando tu decisión de renunciar haya sido motivada por malas experiencias o malas relaciones, también es normal sentirte triste. Con tu salida dejarás atrás a amigos y colegas con quienes has compartido el día a día, y por eso es vital que lo hagas de la mejor manera.
Responsabilidad
Nadie dará buenas referencias sobre tu trabajo si dejas tareas incompletas o problemas sin resolver. Asegúrate de no olvidar algún asunto que pueda generar problemas cuando dejes tu puesto.
Saca de tu escritorio todos tus artículos personales y comprueba que la computadora esté lista para el nuevo usuario.
Asegúrate de devolver todos los documentos y bienes que pertenezcan a la empresa.
Pide referencias
Una ventaja de renunciar en buenos términos es que tendrás la oportunidad de preguntar a tu jefe y compañeros si puedes dar sus datos para que proporcionen referencias sobre ti en futuras solicitudes de empleo.
Una red de contactos es vital en el mercado laboral actual. Más allá de que si mantienes o no una relación con tus compañeros, es útil conservar contactos profesionales que te podrían servir de referencia en tu carrera.
Te ayudamos en el proceso
Cuando decidas irte o si necesitas reorientar tu carrera, recuerda que también debes tener un plan. Entre tus primeros pasos debe estar un currículum actualizado hasta tu último empleo.
Un curriculum vitae atractivo y eficiente, junto a una carta de presentación son herramientas que podrán abrirte puertas a entrevistas para tu próximo trabajo.
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