Sea cual sea el motivo que te ha impulsado a decidir dejar tu trabajo, la manera correcta de comunicarlo a tus superiores y despedirte de tu empresa es por medio de una carta de renuncia. A partir de ahí, se activará el resto del procedimiento que llevará a concluir tu contrato laboral y te desligará legalmente de tu empleo actual.
Tu carta de renuncia voluntaria debe seguir un esquema que es común a cualquier carta formal como una carta de presentación, con encabezado, cuerpo de la carta, despedida y firma, pero su contenido puede variar según tus razones para dejar la empresa y lo que desees compartir o no con tus superiores. Recuerda que no es obligatorio mencionar las razones que te llevan a solicitar la baja voluntaria de tu empleo.
Tomando como base el modelo de carta de renuncia estándar, puedes hacer los ajustes necesarios para que se adapte a tu situación personal, tal y como te explicamos a continuación.
Carta de renuncia voluntaria explicando los motivos de la marcha
En este modelo de carta, simplemente deberás añadir un segundo párrafo al cuerpo de la carta en el que expliques los motivos de tu renuncia, bien sea por motivos familiares, porque has encontrado una nueva oportunidad laboral, porque te mudas a otra ciudad, porque has decidido iniciar un negocio por tu cuenta… Si existen la confianza y la proximidad suficientes para que desees compartir esto con tus superiores, adelante.
Por otro lado, mencionar en la carta el motivo por el que dejas tu empleo le dejará claro a tu empleador que tu renuncia no tiene nada que ver con ningún problema en la organización ni está relacionado con tu rendimiento laboral, con tus jefes o con tus compañeros. De esta forma también dejas la puerta abierta a una posible reincorporación en un futuro, y en todo caso terminarás en buenos términos con la empresa.
Carta de renuncia voluntaria sin explicar los motivos
No es necesario explicar los motivos por los que quieres dejar tu empresa, pero esto no significa que tu carta deba ser necesariamente fría y cortante. Aunque no te apetezca explicar por qué renuncias a tu empleo, si estás en buenos términos con la empresa y tus motivos son puramente personales, siempre puedes añadir un párrafo de agradecimiento sobre los años pasados en la organización, y mencionando todo lo bueno que has aprendido o descubierto con ellos. Recuerda: nada mejor que quedar en buenos términos al cerrar un ciclo profesional en tu vida.
Carta de renuncia rápida sin poder cumplir con los 15 días de preaviso
Hay ocasiones en la vida en que no nos es posible cumplir con las obligaciones contractuales. Quizás por una mudanza exprés, una enfermedad familiar o cualquier otro motivo no puedas avisar con 15 días de antelación que dejas la empresa. No te preocupes, en tu carta de renuncia voluntaria puedes mencionar el hecho de que lo precipitado de tu decisión se debe a causas ajenas a tu voluntad y que lamentas mucho el tener que despedirte de esta forma. Así dejarás claro que tu renuncia voluntaria no tiene nada que ver con la empresa o sus integrantes.
Algo que debes tener en cuenta es que, a menos que se especifique otra cosa en tu contrato, si no avisas con la antelación necesaria la empresa tiene derecho a descontarte los días que te faltan de preaviso de la liquidación final o finiquito.
Carta de renuncia breve, en malos términos con la empresa
Seamos sinceros, dejar la empresa porque no estás a gusto en tu trabajo es bastante más común de lo que uno piensa. Como en cualquiera de los supuestos anteriores, los motivos pueden ser múltiples, pero en todo caso seguro que tienes la tentación de mandarlo todo “al cuerno” y salir por la puerta sin volver a aparecer por allí.
Lo mejor, sin embargo, es terminar la relación laboral de forma correcta, aunque sin dar demasiadas explicaciones. No es necesario hacer una lista en la carta de todas las situaciones desagradables que te han impulsado a renunciar voluntariamente a tu empleo. Como ya hemos dicho más arriba, siempre es mejor quedar en buenos términos con la empresa, porque nunca se sabe si tu siguiente empleador te pedirá referencias de este empleo antes de contratarte.
Por eso, en este caso siempre conviene más limitarse a escribir una carta de renuncia breve, indicando únicamente la fecha de tu marcha (recuerda que por ley ha de ser como mínimo dos semanas después de la fecha de la carta) y solicitando información para iniciar los trámites burocráticos que pongan punto final a tu relación laboral con la organización.