La función de tu currículum es la de solicitar trabajo. Te ofrece la oportunidad de destacar tus cualidades profesionales, aunque no deja de ser un documento bastante frío y comercial. Puedes añadir un toque personal a tu currículum incluyendo un extracto personal y enumerando tus aficiones. En este artículo te explicamos por qué es aconsejable incluir (algunos de) tus aficiones e intereses en tu currículum y cómo debes hacerlo.
Aficiones que requieren habilidades
Definitivamente vale la pena que enumeres tus aficiones e intereses en tu currículum. Puede que tú no te des cuenta, pero las cosas que te gusta hacer en tu tiempo libre quizás resulten ser muy útiles en el trabajo. Los encargados de contratación están atentos a este tipo de información y siempre leen las referencias sobre lo que hacen los candidatos en su tiempo libre. De hecho, es casi sospechoso si alguien afirma no tener aficiones o intereses. Sin ir más lejos, estos son algunos ejemplos que te ayudarán a entender lo que un encargado de contratación puede deducir de tus aficiones e intereses: si te gusta reparar motos, es probable que seas paciente y que tengas una amplia visión técnica; si te gusta pintar, tienes buen ojo para los detalles y mucha creatividad; si tienes cinco perros, lo más probable es que seas cariñoso y tengas una gran capacidad de organización. Tus aficiones tienen que ver con las cosas que te apasionan, todo aquello a lo que puedes dedicarle horas y horas y siempre disfrutas haciéndolo. Si las cualidades que necesitas para tus aficiones también son importantes en el trabajo, te sentirás rápidamente como en casa en tu nuevo puesto.
Intereses que se pueden desarrollar
Tal vez tenga aficiones o intereses que tienen que ver con algún curso o programa de formación que tu futuro empleador ofrece. O quizás te apasiona algo que se convertirá en relevante de alguna manera cuando te promuevan. Como puedes ver estamos siendo razonablemente “difusos”, porque las posibilidades son virtualmente ilimitadas. Por lo tanto, nuestro consejo es que incluyas también pasatiempos exóticos e intereses inusuales en tu currículum. No importa que aparentemente sean irrelevantes para el trabajo que solicitas. Tu empleador potencial podría ver en ellos el germen de tu desarrollo profesional.
Aficiones que hacen "clic" con el encargado de selección
Los selectores de candidatos no dejan de ser humanos. Tal vez tu formación académica y profesional no sea suficiente para despertar a primera vista el interés de un encargado de selección de personal. Sin embargo, puede que cambie de opinión cuando lea tu apartado de aficiones e intereses. Después de todo, no todo el mundo juega al frisbee o cuida ponis (estos son solo ejemplos al azar, pero ya nos entiendes). Tus aficiones e intereses pueden ser una buena manera de romper el hielo durante una entrevista de trabajo. A un encargado de selección le encanta oír a los candidatos hablar apasionadamente sobre algo. El entrevistador puede comparar la pasión y la facilidad con la que hablas de tus aficiones con el interés que muestras por la vacante.
Cómo enumerar tus aficiones en tu currículum
Si acabas de entrar en el mercado laboral y quieres reforzar un poco tu currículum, puedes poner tus aficiones e intereses en forma de lista. En otras palabras: usa una línea para cada afición. También puede ser que tenga alguna experiencia profesional en tu haber y no quiera desperdiciar ningún espacio. En ese caso, lo mejor será enumerar tus aficiones e intereses de forma secuencial, como se muestra en el ejemplo que figura a continuación.
Aficiones: cocinar, viajar, leer novelas de suspense, carreras de bicicleta.
Intereses: Asia Oriental, muebles antiguos, sociología.
No importa lo bueno que sea añadir un toque personal a tu currículum y buscar un “clic” con el encargado de selección... ¡Hay una línea que no debes cruzar! Siéntete libre de incluir en tu currículum cualquier interés o pasatiempo, siempre que no sea de mal gusto ni tenga el potencial de obstaculizar tu desempeño laboral. Además, tampoco debes parecer demasiado frívolo. Aquí hay algunos ejemplos de aficiones que es mejor no incluir en tu currículum:
- Escuchar heavy metal extremo
- Cría de serpientes y arañas
- Comer croissants de chocolate
- Salir “de ligue”
- Prácticas sexuales “sado-maso”
- Jugar a videojuegos
- Ir de copas