El currículum es tu tarjeta de presentación ante cualquier empleador potencial. Constituye la primera impresión que tendrán de ti y por eso es muy importante que toda la información que incluya sea relevante, precisa y adecuada.
Uno de los aspectos más básicos, pero a la vez fundamentales de cualquier currículum son los datos personales. A continuación te explicamos qué datos personales debes incluir, cuáles es mejor omitir y la mejor manera de incluirlos.
Es el primer dato que debe aparecer en tu currículum. Asegúrate de que esté en un tamaño de letra más grande o en negritas para que destaque.
Incluye tu ciudad y país de residencia. No es necesario poner la dirección completa a menos que la empresa lo solicite específicamente.
En la mayoría de los países ya no se incluye la fecha de nacimiento debido a las leyes de discriminación laboral, para evitar el “ageismo”. Es recomendable que antes de escribir tu CV investigues sobre las normas y costumbres del país donde estás buscando trabajo. También podría darse el caso de que uno de los requisitos para el empleo sea la edad, por lo que excepcionalmente sí deberías mencionar este dato.
Normalmente no es necesario incluir tu nacionalidad en el CV, aunque puede ser relevante si estás buscando trabajo en el extranjero o si la empresa tiene operaciones internacionales.
Aún así es más recomendable incluir esta información en tu perfil profesional, destacando que te has criado en cierto lugar por lo que tienes buenos conocimientos de esa cultura. Si lo que quieres enfatizar es que dominas un idioma extranjero, puedes poner en la sección de idiomas que lo dominas a nivel nativo, en lugar de indicarlo mediante tu nacionalidad.
Actualmente en muchos países no es común incluir una foto en tu CV, aunque deberías investigar las normas culturales del lugar donde vas a enviar tu documento. Si solicitas un empleo en el que se requiere buena presencia y decides incluir tu foto, asegúrate al menos de que sea una fotografía profesional. Evita los “selfies” y las fotos informales con gafas de sol, atuendos de vacaciones y escenarios playeros.
No es imprescindible incluirlas, y de hecho solo deben constar en tu currículum si aportan valor añadido. Por ejemplo, un enlace a un perfil de LinkedIn actualizado y bien organizado puede ofrecer información adicional a tu currículum. Sin embargo, si vas a compartir perfiles desactualizados o en los que solo publiques contenidos personales, es mejor que no lo hagas.
Tu estado civil no tiene ninguna relevancia para la mayoría de los empleos actuales, pero además revelar esta información también podría dar lugar a discriminaciones. Lo mismo sucede con la información sobre el número de hijos o “hijos a cargo” que solía ponerse antiguamente.
Por razones de seguridad, nunca incluyas este tipo de números de identificación personal en tu CV.
A menos que estés solicitando un trabajo en una organización religiosa o política, estos datos no son pertinentes a la hora de desempeñar ninguna función. Este tipo de información se considera sensible, ya que puede ser motivo de discriminación.
En resumen, los datos personales son una parte esencial de tu currículum, pero es importante que selecciones con suma atención los que vas a compartir. Recuerda que siempre debes adaptar tu CV según el país o el sector en los que buscas trabajo, teniendo siempre en cuenta tu privacidad y la relevancia de la información. Con una buena selección y un formato adecuado, tus datos personales pueden ayudarte a causar una excelente primera impresión.