En la sociedad conviven muchos tipos de líderes, pero el líder empresarial exitoso es aquel que logra influir para alinear las necesidades de un negocio con las de sus empleados. La capacidad de liderar es una de las habilidades más solicitadas en el mercado laboral actual.
Los tipos de líderes modernos buscan influir en sus empleados con métodos más efectivos y responsables, basados en una combinación de estrategias participativas y de comunicación. Eso significa que el líder actual decide, pero involucra a sus colaboradores para que persigan los objetivos de la empresa.
Seleccionar de manera incorrecta el tipo de líder que se necesita para un proyecto o equipo de trabajo resultará en un liderazgo poco efectivo. Esto retrasará, o incluso impedirá, que la empresa alcance todo el éxito deseado o planeado.
Saber si los líderes que hay en tu empresa están contribuyendo o entorpeciendo su crecimiento es clave. El primer paso es conocer los distintos tipos de liderazgo que existen e identificar los que funcionan en cada área.
El buen liderazgo es resultado de una influencia recíproca. Por eso es de vital importancia fomentar la comunicación y el saber escuchar.
La escucha activa es una habilidad que permite comprender, informarse y aprender. Conocer al equipo y las dificultades que enfrenta en su trabajo es el mejor modo de ofrecer las respuestas más eficientes. El aprendizaje y la empatía son las mejores herramientas para que el líder sea realmente productivo.
Un tipo de líder empresarial interesado en promover la organización y sus objetivos destaca por su empatía, carácter mediador, capacidad de análisis, pensamiento estratégico, decisiones asertivas, visión de futuro, entusiasmo, disciplina y espíritu de equipo.
La Escuela Europea de Excelencia define al liderazgo como la “capacidad que tiene una persona de influir, motivar, organizar y llevar a cabo acciones para lograr sus fines y objetivos empresariales”.
Dentro de las empresas no hay necesariamente un solo tipo de líder y se puede hacer una distinción entre líderes formales e informales.
El líder formal es aquel que tiene un puesto gerencial. Este tipo de líder es responsable de las personas que trabajan para él y de ejercer su autoridad sobre ellas. Su influencia está determinada ante todo por su cargo. Son figuras útiles para mantener la disciplina, cumplir con un cronograma y estructurar el trabajo del equipo.
El líder informal es más bien alguien con una personalidad que logra que su grupo lo vea como un ejemplo. No ha recibido una autoridad formal sobre el resto del grupo, pero se convierte en un guía y, es usual que los demás tiendan a seguir sus instrucciones voluntariamente.
El concepto de liderazgo actual se asocia mucho más a este tipo de líder, cuyas características incluyen una fuerte inteligencia emocional, empatía, carisma, y la habilidad para crear relaciones de confianza con los demás. Todos éstos son rasgos de los líderes que logran ganarse, no solo el respeto, sino también el aprecio de su grupo.
No se puede afirmar que haya un tipo de liderazgo correcto o incorrecto. El tipo de líder más apropiado para una empresa depende de cada contexto específico.
Un buen líder sabrá qué estilo utilizar en función del lugar donde trabaja, del tipo de negocio y las características de su equipo. El enfoque de liderazgo que adopte será determinante para alcanzar sus propósitos, por eso aquí te mostramos diez tipos de líderes que predominan en las empresas modernas.
Este tipo de líder centraliza la autoridad, limita la participación de los subordinados y toma las decisiones unilateralmente. Espera obediencia irrestricta y ejerce el poder sobre el grupo utilizando recompensas y castigos.
Este es el líder que sí involucra a sus subalternos en la toma de decisiones. También los alienta a que participen en la toma de decisiones sobre procedimientos, objetivos, metas de trabajo, etc.
Este tipo de líder ofrece libertad absoluta a la hora de actuar, de modo que se mantiene al margen y no interviene. Deja que los miembros del grupo trabajen libremente sin rendir cuentas.
Es aquel que se asegura de que sus subalternos sigan cada norma al pie de la letra. Este tipo de liderazgo es apropiado en algunas circunstancias, por ejemplo, cuando el trabajo implica el uso de equipos peligrosos, el manejo de sustancias tóxicas u otros riesgos de seguridad.
Son los que inspiran a sus equipos. Este tipo de líder confía en sí mismo casi por encima de su equipo, lo que podría representar un problema, ya que el éxito del grupo podría estar condicionado a su presencia constante.
Este no ha sido necesariamente reconocido de manera oficial o formal, sino que es el tipo de líder que se ha ganado ese puesto dentro de un grupo.
Puede aparecer en cualquier nivel de la organización y procura satisfacer las necesidades grupales. Es un líder democrático, comunicativo, que busca el bienestar de su equipo.
El líder orientado en la relaciones personales se centra en organizar, apoyar y desarrollar a los miembros de su equipo. Fomenta su participación, toma en cuenta sus sentimientos, se preocupa por sus problemas personales, es amistoso y cercano. Busca generar respeto y confianza mutua con su grupo.
Se centra en los procesos, en alcanzar los objetivos y en que el trabajo se haga bien. Este tipo de líder puede tender a ser autocrático o autoritario. Es un liderazgo enfocado en definir cuáles son los objetivos, las metas, y roles, para así ordenar, planificar, organizar y controlar la forma en que se logren satisfactoriamente.
Este estilo se fundamenta en el intercambio de recompensas económicas a cambio del esfuerzo, compromiso y trabajo. Su principal ventaja es el aumento de la productividad y la motivación, así como en tener objetivos específicos, medibles y delimitados en el tiempo. Además, minimiza las confusiones en la cadena de mando.
Favorece la motivación del equipo, la creatividad, y el compromiso de los trabajadores con la empresa.
Se asemeja al líder carismático pues transmite valor, confianza y entusiasmo. Genera resultados a largo plazo, y es ideal cuando se pretende asumir nuevos riesgos, potenciar las cualidades de los empleados y crear relaciones de confianza.
El tipo de liderazgo empresarial que se adopte es uno de los pilares fundamentales para el éxito de cualquier compañía. Contar con líderes positivos impulsa la productividad de los empleados y facilita la aplicación de metodologías eficientes en sus procesos.
También permite generar beneficios asociados al liderazgo empresarial como la promoción del trabajo en equipo, la toma de decisiones asertivas, y en general redundará en:
Se deben considerar las ventajas y desventajas de cada tipo de liderazgo de manera separada. Pero estos son algunos de los errores que podrías cometer en cualquiera de ellos:
Más allá de la tendencia de ejercer un tipo de liderazgo u otro, lo esencial es encontrar el líder que cada equipo necesita para desarrollar su máximo potencial y contribuir al logro de las metas.
La presencia de líderes negativos, por el contrario, puede obstaculizar la consecución de objetivos, desmoralizar al grupo, crear un ambiente de trabajo desfavorable y atentar contra la cultura de eficiencia de la empresa.
Un gerente puede ser un excelente líder, pero no todos los líderes forman parte del cuerpo gerencial de una empresa. Ambos tienen autoridad sobre el personal y buscan resultados, sin embargo, su enfoque es distinto.
Los gerentes suelen enfocarse en metas a corto plazo, ejercen más control sobre la información que comparten y son menos receptivos a los cambios.
Los líderes están abiertos a los cambios, a crear espacios de colaboración, a aprender de los errores y a aprovechar las destrezas individuales de los trabajadores.
Los gerentes otorgan mayor prioridad a la parte operativa del negocio y a cumplir objetivos a la brevedad.
Los líderes buscan inspirar, se preocupan porque el trabajo se haga bien; pero también por el estado emocional del personal. Son abiertos para entender los errores de su equipo y para ofrecer soluciones a los problemas que enfrentan.
Sin importar el tipo de liderazgo que se ejerza, un buen líder es aquel que sigue consejos pensando en objetivos empresariales y de su grupo como:
Varios académicos en 2020 acuñaron el concepto de líder 5.0 basados en el cambio ágil, la mentalidad y forma de actuar que los líderes requieren para afrontar los retos del futuro digital.
Este nuevo tipo de liderazgo está destinado a potenciar un liderazgo más efectivo en un entorno cada vez más digitalizado, en torno a tres pilares:
Estos retos, además de los tecnológicos, requieren ajustes para lograr un desarrollo más flexible en función de los cambios, de la experiencia y del compromiso del equipo. Este modelo propone los siguientes tipos de liderazgo:
Implica desarrollar comportamientos de liderazgo tales como definir objetivos, asignar tareas, orientar y supervisar.
Se utiliza en circunstancias específicas de urgencia, de falta de conocimientos, o de experiencia de los empleados. Es eficiente en momentos específicos, pero a largo plazo podría afectar el nivel de motivación y autonomía del grupo.
Es el tipo de líder que predica con el ejemplo en el desarrollo de sus responsabilidades y en el manejo del equipo.
Éste se convierte en el promotor del cambio al instar a los miembros a promover acciones que conduzcan al logro de los retos establecidos a largo plazo.
Este estilo de liderazgo encaja perfectamente con las estrategias democráticas que confían en la motivación, el conocimiento y la experiencia del grupo.
No solo se les escucha, sino que se les invita a participar en la toma de decisiones y asignación de las tareas. Este líder tiene la libertad de aceptar y apoyar las sugerencias.
El resultado de un líder excepcional se nota cuando los colaboradores muestran la experiencia y motivación suficientes para asumir responsabilidades de forma autónoma.
Este estilo aporta grandes beneficios para este tipo de líder, quien podrá dedicar más tiempo a otras responsabilidades como definir estrategias de largo plazo, tomar decisiones clave o solucionar conflictos.
También aporta beneficios al individuo que asume mayores responsabilidades y adquiere mayor empoderamiento y autonomía.
El tipo de líder que seas incide directamente en la motivación y el éxito de tu equipo, lo cual mejora el clima laboral y obtiene los mejores resultados. Pero es importante que lo acompañes de un aprendizaje y práctica constantes que te permitan mejorar tus habilidades de liderazgo.