Uno de los mayores retos a los que se enfrenta un autónomo es conseguir que su curriculum llegue a empresas que contraten sus servicios. Es importante tener en cuenta las diferencias a la hora de elaborar una carta de presentación respecto a los profesionales que buscan trabajo por cuenta ajena.
Según los expertos, aproximadamente el 20 % de las personas que acuden a una entrevista de trabajo se autoexcluyen para el puesto ofertado en el transcurso de esa cita. Los nervios son una de las causas principales de que esto suceda, pero hay otras. Vamos a explicar los errores más comunes en una entrevista de empleo incluyendo los que se cometen en las cada vez más habituales entrevistas virtuales.
Los errores más habituales en las reuniones de empleo tienen que ver con el horario, la expresión corporal, la indumentaria e incluso el contenido de las respuestas. Vamos a verlos.
Llegar tarde a una entrevista de trabajo supone, prácticamente, ser eliminado del proceso de selección. Quien lo hace transmite desorganización, pero, sobre todo, falta de respeto hacia los demás. Quienes organizan la reunión tienen otras cosas que hacer más importantes que estar esperando por un candidato al empleo.
Con ello, no nos referimos solamente a presentar una imagen desaliñada, sino principalmente a ir inadecuadamente vestido para el puesto que se ofrece. No tiene sentido presentarse ataviado con un traje para un trabajo de tipo físico como por ejemplo almacenista. Igualmente, para optar a un empleo de banca o de asesoría, no debe irse con vestuario informal.
Quienes se dedican a entrevistar candidatos para un puesto de trabajo se fijan en todo. Y es que un mal lenguaje corporal puede ser suficiente para perder el empleo al que se opta. Sentarse incorrectamente, moverse mucho o evidenciar hábitos nerviosos como asentir en exceso pueden ser causa de eliminación en el proceso.
Cuando vamos a una entrevista de trabajo, debemos tener conocimiento de la empresa que nos ha convocado. Lo contrario denota falta de profesionalidad y, sobre todo, desinterés. Por ello, es importante haber leído sobre la entidad para la que deseamos trabajar y, al hablar de ella en la reunión, hacerlo con confianza.
En una reunión de empleo, siempre van a preguntarnos por nuestros trabajos anteriores para conocer nuestra experiencia previa. Algunos candidatos sienten la tentación de hablar mal de las empresas donde han estado anteriormente. Creen que, al ser de la competencia, al entrevistador le parecerá bien la crítica.
Sin embargo, es un grave error. También algún día nos iremos de la empresa que nos está contratando y no les gustará que les critiquemos.
Por tanto, la actitud correcta es acentuar lo bueno que han tenido nuestros trabajos anteriores, aunque la experiencia haya sido mala.
Nuestro objetivo en una entrevista de trabajo es mostrar que estamos sobradamente preparados para el puesto que nos ofrecen. Por tanto, tenemos que mostrarnos confiados y seguros de nuestra cualificación para el empleo. Si balbuceamos, miramos al suelo o somos demasiado sintéticos al hablar de nuestras capacidades, evidenciaremos inseguridad.
No obstante, tampoco es recomendable hablar demasiado. En este caso, nos mostraremos ansiosos por conseguir el trabajo e incluso como personas irrespetuosas.
Cada vez es más frecuente que las entrevistas de trabajo se realicen de manera virtual. En este tipo de reuniones, podemos cometer los mismos errores que en las presenciales. Pero hay otros fallos propios de las hechas a distancia:
En conclusión, estos son los errores más habituales que se cometen en las entrevistas de trabajo. Por culpa de ellos se elimina casi a una quinta parte de los candidatos a conseguir el empleo ofrecido.