En España, según la plataforma LinkedIn, hay más de 150.000 personas con el cargo de CEO. Algunas de ellas son directivas de grandes empresas, otras pueden ser emprendedores y gestores de startups, ya que este término -Chief Executive Officer, por sus siglas en inglés- se ha popularizado tanto en las dos últimas décadas que, aunque solo aplicaría a grandes empresas donde existe un consejo de dirección del que éste es el responsable ejecutivo, hoy se usa como equivalente al de Director General o incluso fundador de una pequeña empresa.
Se trata, en fin, de la persona que toma las decisiones ‘prácticas’ para convertir los planes de negocio y los objetivos de la empresa en realidad. No es tarea fácil, pero este puesto puede ser la aspiración de muchos jóvenes que, hoy día, se forman para este fin.
Sí, porque para dirigir un negocio hay que conocer la materia de la que trata (ya sea software, alimentación, peluquería o farmacia), pero también es recomendable estudiar derecho, marketing, contabilidad, estrategia, macroeconomía o historias de éxito de grandes empresarios, entre otras cosas. Eso es lo que se aprende, precisamente, en las escuelas de negocio, un tipo de educación superior que ha proliferado, cada vez más, en las últimas décadas pero que no es tan nuevo en realidad.
La escuela de negocios más antigua que se conoce es la ESCP-Europe, fundada en París en 1819. En nuestro país la primera organización en impartir este tipo de formación de manera reconocida fue la EOI (Escuela de Organización Industrial), allá por 1955. Desde entonces, muchos de los que hoy son CEOs, han estudiado en ella y en otras de las instituciones más reconocidas en este ámbito. Veamos cuántos directivos de alto nivel ‘producen’ algunas de las más importantes y cuáles son sus características.
La parte diferencial de este tipo de formación está, sobre todo, en que los profesores suelen estar muy pegados al mundo de la empresa y ser, ellos mismos, directivos. Incluso muchos de ellos en activo. Precisamente por eso, pueden imprimir a los programas curriculares grandes dosis de ‘realidad’, con trabajos y ejemplos reales que impulsan el aprendizaje prácticos.
No todos los que estudian en una escuela de negocios llegan a ser directivos de alto nivel, pero sí la mayoría de los que lo son, han pasado en algún momento por una formación de este tipo. Así que ya lo sabes, si aspiras a dirigir tu propia empresa o una gran multinacional, no dudes en estudiar y en tener tu CV actualizado para las oportunidades que puedan surgir.