A menos que tengas el trabajo perfecto y pretendas quedarte ahí para siempre, tarde o temprano probablemente tendrás que escribir una carta de preaviso con dos semanas de antelación, en la que notifiques a tu empresa de tu intención de renunciar voluntariamente a tu empleo. Tu plazo de preaviso puede ser mayor que dos semanas, pero en este blog vamos a ver cómo redactar cualquier carta de renuncia laboral con una antelación que puede ser adaptable.
En este blog trataremos los siguientes temas:
En algunos países y lugares de trabajo, una carta de renuncia laboral se considera un documento oficial con implicaciones legales. Puede que tengas la obligación contractual de notificar tu renuncia con dos semanas de antelación, y tu carta demuestra que has cumplido con ella. En caso de que surja alguna disputa legal, tendrás pruebas de que avisaste a tiempo.
Puede ser una carta física, pero hoy en día normalmente suele notificarse por correo electrónico. De esta forma también se muestra la hora en que lo enviaste, además de los destinatarios. No hay excusa para que el encargado de personal niegue cualquier conocimiento de la situación.
Las dos semanas de preaviso son el plazo más común para las cartas de renuncia voluntaria. Ni vas a dejar tu trabajo en el acto, ni vas a alargarlo durante más de un mes. Por lo tanto, el término medio son aproximadamente dos semanas.
Esto da a la empresa tiempo para intentar contratar a alguien que te sustituya, o repartir tus tareas laborales entre otros empleados que ya trabajan allí. Seguramente podrás realizar algún tipo de transferencia de responsabilidades.
Si has tenido una mala experiencia en tu trabajo actual, puede que tengas la tentación de comunicarle tu renuncia al jefe al salir por la puerta, pero es mejor reprimir cualquier impulso de "quemar todas las naves" solo para hacer una salida triunfal.
Por un lado, es posible que la próxima empresa donde solicites trabajo quiera ponerse en contacto con tu antiguo jefe para pedirle referencias. Imagina que tu empresa actual tiene pruebas por escrito de la forma grosera y poco profesional en que dejaste el trabajo. Sobre todo teniendo en cuenta que en este tipo de situaciones suele acumularse bastante rencor. La forma en que dejes tu trabajo actual podría ser el detonante para que consigas (o no) el siguiente.
No es necesario que menciones en tu carta de renuncia por qué dejas el trabajo. Los motivos pueden ser complicados de explicar, y no estás obligado a dar explicaciones.
Si te vas en malos términos con la empresa, es mejor no hacer mención a ello. O si te vas a trabajar para la competencia, probablemente tampoco te apetezca explicarlo.
Tu carta de renuncia ha de seguir el formato de cualquier carta comercial, y normalmente debe ser breve y directa.
Estos son los apartados que deben incluirse en tu carta:
El encabezado, también conocido como membrete, es un espacio en la parte superior de la página que contiene tu información de contacto, incluyendo:
Utiliza tus datos personales. Es decir, no utilices el número de teléfono o el correo electrónico del trabajo, ya que tu empresa podría necesitar contactarte cuando estos ya no estén en uso. No compartas una dirección de correo electrónico informal o "graciosa": usa una que sea una versión de tu nombre.
En la parte superior izquierda indica el nombre del destinatario, incluyendo:
Aquí no es necesario incluir una dirección comercial completa, ya que la carta se enviará electrónicamente. Sin embargo, sí necesitas pruebas sobre el destinatario a quien iba dirigida la carta (y su cargo en la empresa).
Incluye la fecha en que escribes, envías o entregas la carta. Esto puede ser importante para confirmar que has avisado con dos semanas de antelación.
"Estimado Sr. Pérez:" o "Estimada Sra. López:" son saludos aceptables. Pero si conoces bien a esa persona (lo que es bastante probable si se trata de tu jefe), lo más normal es que uses su nombre de pila y te dirijas a él a ella de "tú" en lugar de "usted".
Ve al grano en el primer párrafo, notificando a tu superior que vas a dejar la empresa a partir de una fecha determinada. Es de utilidad mencionar específicamente cuál será tu último día de trabajo para evitar confusiones sobre si la fecha es el último día laboral o el primer día que ya no vas a ir a trabajar.
Puedes suavizar la noticia expresando que lamentas dejar la empresa, aunque en teoría no tienes que disculparte por tu decisión. El tono de la primera frase ya le dirá mucho sobre tu actitud a tu supervisor.
Estimado Juan:
Después de cuatro años de trabajo más que satisfactorio en este bufete, lamento informarte de que voy a dejar mi cargo de abogado penalista dentro de dos semanas. Mi último día será el viernes 28 de enero de 2022.
Cómo decirle a tu jefe que renuncias
Ya está, ya has tomado la decisión de buscar nuevos horizontes. Puede que te vayas en pos de una mejor oferta, o que necesites reflexionar antes de dar tu próximo paso en el mundo laboral. Sea cual sea el caso, así es cómo darle la noticia a tu jefe.
El segundo párrafo de una carta de dimisión suele utilizarse para expresar el agradecimiento a la empresa por la oportunidad de trabajar en ella.
Aquí puedes hacer mención a lo mucho que has aprendido, el privilegio que supuso trabajar con compañeros de tanto talento, etc. Y si decides mencionar los motivos de tu renuncia, éste es un lugar donde hacerlo. También puedes incluir algún detalle sobre tu evolución en el cargo, pero es mejor dejar ese tipo de información para las conversaciones informales.
Aunque me encanta la zona de Barcelona, siento la necesidad de trasladarme a Gerona para estar más cerca de mi madre, que tiene una salud delicada. He disfrutado de mi experiencia laboral en Abogados Mayer, y he aprendido mucho al trabajar con un grupo de abogados de tanto talento. Os agradezco mucho que me hayáis dado esta oportunidad cuando estaba recién licenciado.
Una carta de renuncia no tiene por qué limitarse a tres párrafos, pero es más fácil concebirla como un texto tripartito con principio, cuerpo y final.
La tercera parte de una carta de renuncia es un buen lugar para decir que estarías encantado de colaborar en la formación de un sustituto, o de contribuir de cualquier otra manera en los desafíos que puedan surgir de tu partida. Márchate dejando un buen sabor de boca, marcando la diferencia hasta el final a los ojos de la empresa. Les vendrá muy bien todo ese apoyo.
Por supuesto, estaré encantado de ayudar en el proceso de transición, incluida la formación de mi sustituto y/o el traspaso de mis responsabilidades a otros colegas. También estaré disponible para consultar por teléfono cualquier asunto que pueda surgir tras la terminación de mi contrato. Gracias de nuevo por estos cuatro excelentes años en la empresa.
Termina la carta con un simple "Atentamente", "Saludos cordiales" o algo parecido. Añade un espacio debajo y escribe tu nombre completo.
Si envías una copia impresa de la carta o la entregas en persona, deja espacio para firmar con tu nombre.